En todos los sistemas biológicos funcionan unos conductos de
intercambio que mantienen, nutren y equilibran sus niveles vibratorios.
Nuestro cuerpo es sostenido por un holograma energético de
líneas o canales de energía relacionadas con los meridianos de acupuntura que
facilitan sus funciones renovadoras. Este holograma energético y su estructura
axiatonal está a su vez conectado con la red energética terrestre y la red
estelar y cósmica universal, vinculando al cuerpo físico y sus códigos
bioquímicos y vibratorios con los correspondientes de la naturaleza tanto
terrenal como estelar.
Esta matriz de energía dirige la adecuada reparación celular
y la consecuente restauración de los tejidos corporales, a la vez que se
interconecta con otras dimensiones de actividad fisiológica, emocional, mental
y espiritual. Estas retículas lumínicas se deterioran o desconectan a lo largo
del tiempo, debido al mal uso de la energía, bien sea por actitudes,
sentimientos, creencias y otras influencias internas o externas limitantes.
Para restaurar su funcionamiento y lograr una óptima salud
física, emocional y espiritual, se requiere conocer su ubicación y así
restablecer su conexión original. Lo que supone poder elevar la energía y
frecuencia de la anatomía física y sutil de la persona, a través de sus enlaces
interdimensionales, transmutando cualquier bloqueo interno – externo que
confunda o altere la claridad y fluidez del flujo energético y su razonamiento
ideal consecuente.
Otros de los beneficios de restablecer la conexión de las
líneas axiatonales son el restablecimiento de las “autopistas” de intuición
espiritual y energía-información cósmica, favoreciendo la sincronía y la
realización de nuestro propósito de vida.
Actuando a través del poder del amor y el conocimiento
adecuado de su trazado que nos da LA RECONEXIÓN, podemos incluso liberarnos de patrones o modelos de
pensamiento que están influyendo en la fragmentación del ser, impidiéndonos una
mayor conexión con nuestra alma y la vivencia de superiores estados de Unidad
Espiritual.
Conociendo la situación de los “puntos de giro” y otras vías
de actuación sobre esta matriz energética, podemos además generar profundos
efectos “lumínicos” beneficiosos sobre la célula, su funcionamiento
equilibrado, la regeneración de los tejidos y restablecer la capacidad
homeostática psicosomática, liberándonos de pautas que “ensombrecen” nuestra
salud espiritual y actitud en el
mundo.
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